Apple suele llegar la última pero procura llegar mejor que los demás. El primer paso para entrar en la carrera del coche autónomo lo dieron en diciembre del año pasado, pidieron permiso a DMV, el equivalente a la DGT de España, para comenzar a rodar por las carreteras de California con su versión inicial del coche autónomo. Querían evitar así los disgustos y enfrentamientos de Uber con las autoridades.
En la carta dirigida a las autoridades dejaban claros sus planes: “Apple usa machine learning (una rama de la inteligencia artificial en la que las máquinas aprenden y mejoran su rendimiento analizando datos y patrones) para hacer más inteligentes sus productos y servicios, más intuitivos y más personales. La compañía está invirtiendo de manera intensa en el estudio de este campo y la automatización. Estamos muy ilusionados con su potencial en muchas áreas, también en el transporte”.
Tim Cook, consejero delegado de Apple, ha reconocido por primera vez en una entrevista con Bloomberg que están trabajando en su propio modelo autónomo haciendo hincapié en la inteligencia artificial. “Nos estamos enfocando en sistema autónomos. Es una tecnología clave que destacamos como muy importante, como la madre de todos los proyectos de inteligencia artificial. También es uno de los más complejos que hemos encarado nunca”. El primer paso lo dio con una inversión de mil millones de dólares en Didi Chuxing, el competidor chino de Uber.
Google fue pionera en este sector. Le dan tanta importancia que lo han convertido en una empresa propia, Waymo, dentro del conglomerado Alphabet. Cuentan con un acuerdo con Fiat Chrysler y han comenzado a rodar tanto en los alrededores de Mountain View como en Arizona con usuarios particulares que se mueven gratis a modo de prueba piloto. Uber también lo intentó. A su manera, con prisas y polémica por robo de patentes a Google al fichar a Anthony Levandowski. El litigio abierto con el buscador les ha obligado a cancelar temporalmente su servicio.
Tesla con su autopiloto que se actualiza cada poco tiempo es la empresa que más cerca está de conseguir que los coches conduzcan, en lugar de los humanos, de una manera generalizada.
Apple ha abogado por acelerar el sector compartiendo datos para minimizar los errores: “Las empresas deberían informar de casos de posibles accidentes, o que estén en el filo. Al compartir los datos, la industria contará con una serie de información mucho más afinada que la que podría tener una empresa trabajando en solitario”.
La lucha por el talento en este sector es una de las más calientes de Silicon Valley. Directamente se definen como fichajes furtivos. Alguno de los empleados del proyecto de Google se han retirado antes de terminar la misión. Su compensación económica es tan alta que no necesitan seguir trabajando el resto de su vida.
Apple ya cuenta con mil empleados dedicados al Proyecto Titan, el nombre clave, ya no tan secreto, con el que llaman internamente al plan del coche autónomo. Primero ficharon a Mujeed Ijaz como director técnico, al que se sumó Johann Jungwirth, que era director de Investigación y Desarrollo en Mercedes-Benz. Elon Musk, fundador de Tesla, muy activo en Twitter, es quien más está sufriendo esta competición. Mientras dice que Apple es el lugar donde van los empleados que no les sirven a ellos; David Nelson, John Ireland y Pete Augenbergs están al frente del motor del futuro vehículo de Apple. Los de la manzana han llegado a ofrecer un bonus de 250.000 dólares por ficharles y un salario un 60% más alto