CIUDAD DE PANAMÁ. Los avances en la oncología exhiben alrededor de 70 tratamientos nuevos en los últimos cinco años, mientras un tercio de los medicamentos aprobados en la Unión Europea en el 2016 fueron agentes oncológicos.
No obstante, siguen existiendo necesidades insatisfechas de los investigadores, porque los tumores malignos se mantienen como la segunda causa de muerte en el mundo.
Las innovaciones que se muestran son los tratamientos de inmuno-oncología que aprovecha las capacidades innatas del sistema inmunológico para combatir las células cancerosas. Otra es el conjugado de anticuerpo-fármaco, que son terapias dirigidas contra el cáncer.
Y están las que señalizan como oncogénica, las cuales se utilizan para bloquear el crecimiento de las células malignas.
El doctor Omar Castillo, oncólogo e investigador clínico panameño, dijo que las estadísticas mundiales arrojan que más de 14 millones de personas cada año son detectadas con la enfermedad.
La estimación es que para el 2030/2050 la cifra pasará a 24 millones y lo que más preocupa es que dos tercio de las muertes ocurren en los países en desarrollo.
Castillo hizo referencia a la estadísticas de la Atun. Lancet Oncol 2015, que para el año 2030, estima un aumento del 70% en la incidencia de cáncer.
Las estadísticas de República Dominicana parten del 2009, año en que se registraron 482 casos nuevos de cáncer. La tendencia para el 2020 es de 2,188 y se estima que el costo por casos nuevos ascenderá a RD$ 5, 494 277, según la proyección de Economist Intelligence Unit Limited August 2009, referida por Castillo.
Indica que para tratar el cáncer es necesario un enfoque amplio multidisciplinario y reforzado desde el nivel primario.
También, se requiere mejorar el acceso a tratamientos, reforzar cuidados paliativos, establecer políticas científicas de detección temprana y prevención.
Recomienda el screening o tamizaje como estrategia de prevención de la enfermedad. En el caso de tumor mamario, dice que estudios con 156,000 participantes demuestran que el autoexamen de mama no funciona como método preventivo de detección temprana para cáncer.
“No se puede decir a las mujeres que no realicen su autoexamen porque esto les permiten conocerse, pero no existe una detección temprana ni hay diferencia en la mortalidad,” expresó el médico-investigador.
Asegura que la mamografía es la medida más eficaz para detección de cáncer de mamá y que se debe hacer el tamizaje a partir de los 50 años, aunque es una edad controversial.
“Pero entre 40-50 años las mamas aún son muy densas y lo que se recomienda es sonografía cada 2-3 años”, alega el especialista.
En el caso cervicouterino, el papanicolau se debe indicar desde que la mujer inicie las relaciones sexuales y debe repetirse cada año.
Investigación clínica
Para mejorar los sistemas de salud, establecer nuevos avances en el diagnóstico, tratamiento y prevención, debe hacerse investigación clínica, alude Castillo.
El oncólogo expuso el tema al participar en el encuentro centroamericano de periodistas de salud “Fomentando el conocimiento sobre el Cáncer”, auspiciado por Bayer, en el que participaron el también oncólogo Ignacio Véliz y Leonel Fonseca, especialista en economía de salud.
En la actividad se informó sobre los últimos avances terapéuticos, así como los desafíos diarios que enfrentan médicos y pacientes en el manejo de esta patología, necesaria para tener nuevos avances.
Sobre los ensayos o estudios clínicos, dijo que funcionan para saber si un fármaco, un tratamiento es más eficaz, para el paciente.
“En los últimos años hay más de 7 mil medicamentos sometidos a estudios clínicos, para encontrar respuestas a enfermedades oncológicas, neurológicas, infecciosas, entre otras.
Sobre cuántos tipos de ensayos clínicos existen, dijo que se dividen en dos: preclínicos y clínicos.
Preclínicos es en animales y líneas celulares. Los clínicos son en individuos sanos en humanos
Los clínicos tienen cuatro fases:
Fase I. parte de los preclínicos. Ya probadas en animales y líneas celulares. Este medicamento es efectivo en ratones con cáncer de mama, ahora hay que probarlo en humanos para ver como funciona. Dosis máxima tolerada. -a partir de la dosis letal preclínica (que es la dosis que mata a 10% de los ratones que con ella empezamos en humanos.) en otros estudios se evalúa con humanos sanos, pero en oncología se hace con enfermos que no tienen más líneas de tratamiento. Se realizan cohortes hasta encontrar la dosis que tolera el ser humano. Se hacen mediciones para determinar la máxima concentración según la cohorte.
Fase II. Valorar efectividad. Se busca un número más altos de sujetos con una enfermedad general. En el caso de oncología, pacientes con un mismo tipo de cáncer. Se ve la seguridad, biodisponibilidad.
Fase III. Comparamos con el medicamento estándar. Ver si este medicamento funciona mejor que el fármaco que ya está en el mercado. La mayoría de los medicamentos quedan en esta etapa porque no pueden superar al actual. Se valora la supervivencia del paciente. Supervivencia sin progresión de la enfermedad, supervivencia sin recaídas. Respuesta al tratamiento, en oncología, equivale en reducción del tamaño del tumor.
Fase IV. Comercializa el tratamiento y se notifican los efectos adversos, conocido como farmacovigilancia.
Los pacientes en ensayos clínicos están estudiados más que los otros y se hace una vigilancia constante de estos. Son seguros por todas las fases aplicadas anteriormente. El paciente tiene un consentimiento informado que explica todo el proceso a llevar acabo. Los pacientes tienen la libertad de salir del estudio en cualquier punto.
Principio de la investigación:
Autonomía, beneficiencia, no maleficiencia, justicia son los principios de la investigación clínica,
El principal acreedor para esto son las mismas industrias farmacéuticas y en ocasiones por asociaciones académicas.
Consejos para disminuir riesgos
El oncólogo Ignacio Véliz habló de la prevención de los diferentes tipos de cáncer y dijo que el alcohol es un carcinógenos que afecta al hígado, esófago, faringe, laringe, cavidad oral, mama y colon.
Asegura que la ingesta de grasas de origen animal, en particular carnes rojas aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, colon y próstata y que no se ha demostrado que el consumo de frutas y vegetales disminuyan el riesgo de cáncer, aunque si en la incidencia de enfermedades cardíacas y cerebro vascular.