CARACAS— El presidente Nicolás Maduro juramentó el miércoles a nuevos ministros justo cuando algunos de sus colaboradores se disponen a participar en la elección de los 545 miembros de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva carta magna en Venezuela, iniciativa que la oposición tilda de inconstitucional.
Entre la lista de aspirantes a integrar dicha Asamblea figuran la primera dama Cilia Flores y la hasta el martes canciller Delcy Rodríguez, entre otros. La juramentación fue efectuada justo en la fecha tope dada a los funcionarios públicos para separarse de sus cargos una vez que las autoridades electorales admitieron su postulación.
“Me parto de mis responsabilidades como canciller y por amor a Venezuela me incorporo como candidata a la Asamblea Nacional y Constituyente”, afirmó Rodríguez.
Maduro juramentó el miércoles como nuevo canciller al historiador Samuel Moncada, que fungía como viceministro para América del Norte y embajador en la OEA.
Antes de anunciar la designación de Moncada, el presidente expresó su disposición de dialogar con el gobierno del mandatario estadounidense Donald Trump, al tiempo que destacó que Washington habría «pedido unas reuniones importantes de muy alto nivel… y yo aprobé las reuniones».
«¿Por qué no vamos a dialogar? Claro que tenemos que dialogar. Si el presidente Donald Trump lograra visualizar con un halo de luz por allá la verdad de Venezuela, yo inclusive podría dialogar con él algún día. Ojalá», agregó.
Entre los juramentados también destaca el mayor general Carlos Osorio, un exministro de Alimentación, que regresa al equipo de gobierno de Maduro como titular del Despacho a la Presidencia, en sustitución de la almirante en jefe Carmen Meléndez, quien es candidata a la Asamblea Constituyente.
Al equipo de gobierno de Maduro se incorporó al frente del ministerio de Transporte el mayor general Juan García Toussaintt, que viene de desempeñarse como comandante general del ejército.
En el acto televisado en cadena de radio y televisión, el mandatario también designó al mayor general Antonio Benavides Torres como jefe de Gobierno del Distrito Capital, un cargo creado justo después del triunfo del dirigente opositor Antonio Ledezma como alcalde mayor de Caracas en el 2008.
La Alcaldía Mayor de Caracas quedó desde entonces prácticamente sin recursos y competencias luego que en abril de 2009 la Asamblea Nacional aprobó una ley que pasó todos los activos de esa dependencia a la Jefatura de Gobierno del Distrito Capital, creada por el entonces presidente Hugo Chávez.
El nombramiento de Benavides Torres se produjo un día después que el gobernante lo separó del cargo de comandante general de la Guardia Nacional en momentos que en el país se registran protestas opositoras casi a diario desde marzo.
La Guardia Nacional ha sido blanco de severas críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos y de la Fiscalía General de Venezuela por su desempeño en el control de las protestas callejeras que han sacudido al país, las cuales han dejado al menos 74 fallecidos, 1.413 lesionados y más 500 detenidos, según cifras del Ministerio Público.
El mayor general es uno de los siete funcionarios venezolanos sancionados en diciembre de 2014 por el ahora expresidente estadounidense Barack Obama, acusados de violar derechos humanos.
Obama promulgó entonces una ley que estipulaba la suspensión de visas y el congelamiento de activos en territorio estadounidense pertenecientes a funcionarios venezolanos a los que el gobierno federal identificase como responsables de violar los derechos humanos durante las protestas callejeras que sacudieron al país sudamericano a principios de 2014.
Los críticos de Maduro sostienen que su iniciativa de activar el proceso para elegir a los miembros de una Asamblea Constituyente, prevista para el 30 de julio, sería un intento más del gobernante por consolidar su poder.
La oposición, que reclama la realización de elecciones generales, ha catalogado de inconstitucional la convocatoria de la Asamblea por omitirse la realización de un referendo previo.
El mandatario, por su parte, ha dicho que la Asamblea Constituyente es «el único camino para un diálogo de paz» que derrote la violencia.