SANTIAGO.-Los cuatro hospitales periféricos instalados en el municipio de Santiago, a los fines de descongestionar el intervenido Cabral y Báez, son disfuncionales por la falta de medicamentos, equipos y mobiliario hospitalarios.
El centro de salud periférico de Cienfuegos, por ejemplo no tiene ni siquiera sábanas para tender las camas disponibles para atender a los pacientes.
La denuncia fue formulada ayer por el pastor Pablo Ureña, presidente de la Fundación Niños por una Esperanza, al participar como invitado al programa Encuentro Matinal por Nexxo, canal 20 y radio Amistad.
El pastor Ureña sostuvo que no hay equipos en los centros de El Barrio Libertad, Bella Vista, Zona Sur y Cienfuegos porque se han convertido en “cajones vacíos”.
“Son cajones vacíos los hospitales periféricos de Santiago, puso de manifiesto el pastor y trabajador social que mantiene una fundación con 210 niños que desayunan, comen y realizan sus tareas.
Dijo Pablo Ureña que lo único que se debe reconocer en los hospitales periféricos de la ciudad es la voluntad de un grupo de médicos por servir, pero es a mano “pelá”.
Sostuvo Ureña que está claro que si están abandonados los hospitales como el Cabral y Báez y otros, que podría pasar con los periféricos que es mucho menos la atención.