SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- Con su vertedero a cielo abierto, a la espera de que se concrete un proyecto de “relleno sanitario”, los ayuntamientos de Villa Altagracia y Pedro Brand infieren un duro golpe al río Haina, una de las principales fuentes de agua de la capital a través del acueducto Haina-Manoguayabo.
El botadero está ubicado en el kilómetro 42 de la autopista Duarte, escasos metros de la calzada, improvisado a la entrada del lugar donde se supone que sería construido un relleno sanitario en cuyo proyecto están involucrados los ayuntamientos, la Liga Municipal Dominicana (LMD) y la empresa minera Falconbridge Dominicana (Falcondo).
La obra tendría un costo de 51 millones de pesos y fue concebida como parte del acuerdo que dio solución al conflicto generado cuando una tubería de Falcondo, que lleva combustible desde Haina a Bonao, se rompió y contaminó el río Haina.
La contaminación en la zona no es solo visual, también se generan fuertes olores, en ocasiones humaredas (hace meses que no se incendia), pero más que todo, el manejo inadecuado de los desechos provoca que los lixiviados se vayan sin tratar al subsuelo y cuando llueve, directamente a las fuentes acuíferas, principalmente el río Haina.
Las comunidades de Villa Altagracia directamente afectadas por la operación irregular del vertedero son El 40, Kilómetro 42 y La Batalla. Aunque lleva unos meses sin incendiarse, los lugareños han denunciado que han tenido que hospitalizar a niños y ancianos afectados por la humareda. Además, el mal olor se expande hasta a dos kilómetros.
Un informe de la LMD explica que el relleno sanitario de Villa Altagracia será para residuos biodegradables procedentes de la actividad municipal, o sea, que no recibirá materiales especiales o tóxicos.