NUEVA YORK. Las primeras rondas en los Grand Slams del tenis suelen ser paseos para las estrellas. Roger Federer y Rafael Nadal estuvieron lejos de recibir esa concesión el martes en sus debuts en el Abierto de Estados Unidos.
En el caso de Federer, fue una deslucida victoria en cinco sets ante Frances Tiafoe, promesa estadounidense de 19 años.
El astro suizo empezó a los tumbos al ceder el primer set, dominó a voluntad en los siguientes dos parciales y luego tropezó otra vez. Al final, sentenció el triunfo 4-6, 6-2, 6-1, 1-6, 6-4 quebrándole el saque a Tiafoe, número 70 del mundo, en el último game.
Menos sufrido fue el trámite de Nadal, al ir de menos a más para deshacerse del serbio Dusan Lajovic. Titubeante al principio y solvente al final, Nadal tardó en carburar ante la agresividad de su rival —y el ruido en el estadio Arthur Ashe— antes de rubricar la victoria 7-6 (6), 6-2, 6-2 contra el 85to del ranking.
Nadal también preservó su invicto en la primera ronda del certamen, ahora en 13-0.
En una jornada de lluvia en Flushing Meadows, las dos luminarias del tenis debieron jugar bajo techo.
Federer lo hizo por primera vez en el recinto, ya que se perdió la edición del año pasado, cuando fue inaugurado el techo retráctil que costó 150 millones de dólares.
“Creo que los dos lo hemos disfrutado”, dijo Federer en la entrevista a pie de cancha. “Estoy feliz con el partido. Fue emocionante. Y es la razón por la que vine a Nueva York, para vivir esas emociones”.
Fue la victoria número 79 de Federer en un US Open, con lo que empató a Andre Agassi en el segundo puesto de la tabla histórica. El líder es Jimmy Connors con 98. También dejó en 17-0 su récord en duelos de primera ronda del torneo.
“Tuve un arranque lento, pero Frances estaba muy bien. Quizás yo estaba algo preocupado por mi problema en la espalda, pero eventualmente me solté”, comentó Federer (3ra cabeza de serie). “El quinto fue para cualquiera y terminó a mi favor. Creo que esto me dará gran confianza en cuanto al físico y también en mi juego”.
Nadal también preservó su invicto en la primera ronda del certamen, ahora en 13-0.
“El primer set se complicó”, reconoció el español. “Lo importante es que he ganado. Es normal estar con nervios en el primer día, sentirse un poco tenso. Ha sido un comienzo difícil pero acabé jugando mucho mejor”.
Lajovic quebró el saque de Nadal en el tercer juego y dispuso de la oportunidad de sacar por el primer parcial con una ventaja 5-4.
Pero el serbio de 27 años se dejó romper el servicio sin sumar un solo punto, y el rumbo del partido dio un giro. Nadal, de todas formas, debió exigirse en el desempate, en el que cometió una doble falta cuando dispuso de su primera bola de set.
Cuando sentenció en su segunda oportunidad, luego de más una hora de juego, Nadal no escondió su alivio en su eufórico festejo. A partir de ahí, Lajovic no pudo sostener el mismo nivel, y el español encarriló el partido sin problemas.
También atizó contra la acústica del estadio: “Todo el ruido se queda encerrado y cuesta mucho oír la pelota”, afirmó el número uno del mundo.
Luego de conquistar su décimo título del Abierto de Francia, Nadal lleva dos meses con resultados decepcionantes: perdió ante Gilles Muller en la cuarta ronda de Wimbledon y sufrió reveses contra Denis Shapovalov y Nick Kyrgios en los dos torneos de la gira de cemento en Norteamérica que sirven de antesala al último Grand Slam de la temporada.
Aun así, las lesiones que han dejado fuera de combate a Andy Murray y Novak Djokovic facilitaron que Nadal escalase la semana pasada a la cima del ranking mundial por cuarta vez en su carrera.
Acerca del número uno, el español de 31 años afirmó que “es el premio a la ilusión, actitud y ganas” tras “tantos contratiempos” por problemas físicos.
“Mi felicidad no viene por ser el número uno, mi felicidad es por estar sano y competitivo”, afirmó.
Dentro de una rivalidad que se aproxima a los 40 partidos, Nadal y Federer nunca se han medido en un US Open. Como quedaron en el mismo sector del cuadro, solo podrán encontrarse en una semifinal. Pero para ello, los dos tendrán que levantar más su nivel.
Por la jornada lluviosa, casi toda la acción se concentró en la pista principal, sobresaliendo la prematura despedida de Angelique Kerber.
La alemana se fue del US Open del año pasado en la cima del tenis femenino, con su segundo título de Grand Slam y el primer puesto del ranking mundial en el bolsillo.
Este año, se despidió de Flushing Meadows después de un solo partido, y repleta de incertidumbre sobre una mala racha que ha durado casi toda la temporada.
La sexta preclasificada cayó 6-3, 6-1 ante la japonesa Naomi Osaka y se convirtió en la primera campeona defensora del torneo que es eliminada en la ronda inicial en los últimos 12 años.
“Creo que no fue mi día. No fue mi día, para nada”, dijo Kerber.
En realidad, no ha sido su año. Kerber también quedará fuera de las diez primeras del ranking mundial
Después de un 2016 de ensueño, cuando también ganó el Abierto de Australia y perdió ante Serena Williams en la final de Wimbledon, este año Kerber fue eliminada en la primera ronda del Abierto de Francia y no tiene un solo título en el circuito.
Entre el puñado de partidos que se pudo completar, la checa y número uno del mundo Karolina Pliskova superó 6-2, 6-1 a Magda Linette. También avanzó la letona Jelena Ostapenko (12), campeona del último Roland Garros.