WASHINGTON. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por su sigla en inglés), planea aumentar “significativamente” sus investigaciones y operaciones contra indocumentados en los lugares de trabajo, a través de arrestos de esos inmigrantes y medidas contra los empleadores que los contraten.
El director interino de ICE, Thomas Homan, anunció durante un discurso en el centro de estudios conservador Heritage que su agencia planea “potenciar su aplicación de la ley en lugares de trabajo” en los que pueda haber indocumentados.
“He revisado recientemente cuánto tiempo dedican los investigadores de seguridad nacional a la aplicación de la ley en lugares de trabajo, y ya he dado instrucciones de que quiero multiplicar ese tiempo por 4 o 5”, afirmó Homan.
“Este año ya hemos incrementado el número de inspecciones y operaciones en lugares de trabajo, pero van a ver cómo eso aumenta significativamente este próximo año fiscal”, continuó.
Esas operaciones, agregó, se llevarán a cabo “de forma diferente” que en el pasado, porque “no solo se procesará a los empleadores que han contratado a sabiendas” a indocumentados.
“También vamos a detener y expulsar a los inmigrantes ilegales”, subrayó Homan.
Según la página web de ICE, su protocolo para operaciones en lugares de trabajo hacía hasta ahora hincapié en los procesos contra empleadores, y la agencia suele iniciar un proceso contra la empresa o empresario “antes de arrestar a empleados por violaciones civiles relacionadas con la inmigración” en un lugar de trabajo.
Homan confirmó que sus agentes seguirán deteniendo a indocumentados cerca de escuelas o en los juzgados, aunque no lo harán en los propios centros escolares ni en hospitales o iglesias salvo en casos excepcionales, en los que cuenten con una razón relacionada con la “seguridad nacional”.
“¿Seguiremos arrestando a gente en juzgados? Por supuesto que sí”, afirmó Homan.
El funcionario defendió que los indocumentados “deberían tener miedo” de ser detenidos y deportados, igual que lo tiene la gente que acelera demasiado en la autopista o que “miente en su declaración de impuestos”, porque han violado la ley.
“La gente que entra ilegalmente en este país a sabiendas, lo cual es un delito, deberían estar preocupados”, argumentó Homan, y añadió que sin detenciones de indocumentados “nunca se va a resolver la crisis en la frontera”.
“Este presidente y esta Administración finalmente han permitido a los funcionarios de ICE hacer lo que se supone que tienen que hacer: aplicar la ley”, subrayó.
Homan también arremetió contra las llamadas “ciudades santuario”, aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a inmigrantes.
“Dicen que las ciudades santuario protegen a las comunidades (de indocumentados) del ICE. Es incorrecto, porque lo que hacen es poner en mi radar a mucha gente que no estaba en mi radar (…). Me están obligando a hacer más operaciones en las comunidades”, indicó.
El Gobierno de Donald Trump ha emprendido una dura batalla contra las “ciudades santuario”, a las que acusa de complicidad con el crimen y a las que ha tratado de privar de fondos federales.
Homan también aseguró que se está “aumentando el personal de ICE” en Centroamérica para afinar sus operaciones contra bandas criminales como la Mara Salvatrucha (MS13).
“Vamos a detenerlos en El Salvador, en México, porque una vez que estén aquí y se acojan a la cláusula de ‘miedo creíble’ (de amenazas en sus países de origen), se quedan aquí un buen tiempo hasta que podemos expulsarlos”, indicó el funcionario.