NASSAU. El Gobierno de Bahamas busca dos millones de dólares para financiar un programa que prevé la expulsión del país de todos los inmigrantes que residen en situación irregular, independientemente de su nacionalidad, a partir de enero del próximo año.
El ministro de Inmigración, Brent Symonette, y el titular de Economía, Peter Turnquest, informaron ayer de forma conjunta de que el objetivo es financiar la repatriación de inmigrantes en situación anómala, en respuesta a la meta del primer ministro, Hubert Minnis, de hacer cumplir las leyes de inmigración de este territorio atlántico.
Minnis había advertido en una intervención ante el Parlamento local de que todos los inmigrantes en situación irregular en el país, independientemente de su nacionalidad, tendrían que volver voluntariamente su país de origen antes de finales de año.
Advirtió de que después de esa fecha se pondrá en marcha un proceso de expulsión de Bahamas.
Symonette dijo que el proceso requerirá de 2 millones de dólares y que está en contacto con el primer ministro para ver cómo se financia el proceso.
El responsable de inmigración de Bahamas subrayó que la Administración del territorio atlántico dará un tratamiento correcto a las personas que puedan haber tenido problemas con las leyes de inmigración.
Symonette también subrayó que para las personas que han permanecido en el país por un largo periodo de tiempo se favorecerá un proceso de regularización.
“En los casos de personas que han estado esperando para obtener la nacionalizad 20, 30 y en algunas casos hasta 40 años tendrán el derecho a convertirse en ciudadanos de Bahamas”, indicó el funcionario.
Symonette destacó el problema de los documentos fraudulentos que llegan al Departamento de Inmigración, por lo que se aplicará la huella digital como forma de abordar el problema.
Las palabras del primer ministro Minnis provocaron incertidumbre entre los trabajadores inmigrantes de Haití que viven en Bahamas.
El número de haitianos que vivía en Bahamas en 2014 se estimaba en casi 70.000 personas, de los que más de 20.000 lo hacían en situación irregular, según la Organización Internacional para las Migraciones.
La cifra de 70.000 inmigrantes procedentes de Haití podría haberse elevado actualmente a cerca de 80.000 personas.