Para mantener una dieta equilibrada, los nutricionistas recomiendan incluir en la dieta alimentos que nos proporcionen múltiples nutrientes. Por ejemplo, las cerezas son una de las frutas que más propiedades tienen para mejorar nuestra salud.
Esta fruta actúa como antioxidante, lo que ayuda en la reducción de enfermedades cardíacas y cáncer. Según los nutriólogos, las cerezas son fuentes alimenticias que contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo.
Además, contienen vitaminas C, E, potasio, magnesio, hierro, ácido fólico y fibra. Esta fruta también ayuda a la salud del cerebro y en la prevención de la pérdida de memoria. Incluso, debido a que las cerezas contienen antocianinas, pueden reducir la inflamación y los síntomas de la artritis y la gota. De igual forma, comer cerezas reduce el riesgo de diabetes, también pueden actuar en reducir el dolor; son muy aconsejadas para el dolor de tendones y músculos que sufren por sobrecarga los corredores y atletas después de los entrenamientos.
Las cerezas se pueden consumir frescas, forma que muchos prefieren para disfrutar de su sabor agrio; asimismo, se puede usar en té, jugos y postres como tartas, sorbetes, mousses, mermeladas, compotas y helados.
