WASHINGTON ordenó hoy al FBI que revise su registro de antecedentes violentos después de que el autor de la matanza en la iglesia de Texas pudiera comprar armas por no figurar en ella.
El asesino de Texas, Devin Kelley, había sido condenado por violencia doméstica pero la Fuerza Aérea, cuerpo del que formaba parte en el momento del delito, no introdujo sus antecedentes en dicho registro incumpliendo los protocolos gubernamentales.
El registro en cuestión, del Centro Nacional de Información Criminal (NICS) del FBI, es de revisión obligatoria de las armerías e impide que los ciudadanos con antecedentes violentos puedan comprar armas.
Por ello, Sessions ordenó en primera lugar al FBI que trabaje con el Pentágono para identificar y resolver los errores con la introducción de antecedentes en el registro por parte de los estamentos militares.
El fiscal general también ordenó al FBI que revise si otras agencias gubernamentales no están informando debidamente al NICS de casos como el de Kelley.
Finalmente, Sessions encargó revisar los formatos que deben rellenar los ciudadanos que pretenden comprar armas y preparar un informe sobre los casos abiertos actualmente y durante los últimos años por mentir en este documento.
Kelley mató el domingo 5 de noviembre a 26 personas e hirió a otras 20 en una iglesia baptista de Sutherland Springs, una pequeña comunidad rural del centro de Texas. Después, se suicidó de un disparo en la cabeza.
Las autoridades han confirmado que Kelley perpetró la masacre con un potente rifle semiautomático Ruger AR y vestido con un chaleco antibalas.
Según The Washington Post, Kelley compró varias armas en una armería que comprobó sus antecedentes en susodicho registro antes de vendérselas.
El Pentágono anunció la apertura de una investigación por la no inclusión de Kelley en el registro del FBI, que incluye “la revisión de políticas y procedimientos para garantizar que los datos de otros casos en el Departamento de Defensa se han introducido correctamente”.