CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer que el grupo de funcionarios insurrectos que fue desmantelado este lunes tras un sangriento enfrentamiento que dejó al menos dos muertos preparaba un ataque con un “carro bomba” y era financiado desde Colombia.
“Nos enteramos de que tenían preparado un carro bomba para explotarlo ante una embajada de un país querido y prestigioso que tiene su representación aquí”, dijo Maduro durante la presentación de su memoria y cuenta 2017 ante la oficialista Asamblea Constituyente.
“Las personas que estaban siendo entrenadas lo confesaron ante el tribunal, unos muchachos que le habían pagado cuatro dólares por allí y le habían prometido protección después de poner la bomba”, dijo el presidente, y aseguró: “Les habían prometido protección del Gobierno de Colombia”.
Comentó que, supuestamente, tras poner la bomba estos irregulares se irían a vivir a Colombia y criticó a los expresidentes colombianos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana por salir en defensa del policía Oscar Pérez, líder del grupo de rebeldes.
“Ahí salieron los terroristas, Álvaro Uribe Velez, Andrés Pastrana. Ah claro, es que de Colombia los financian, y estos bichos quieren llenar de violencia nuestro país, no han podido, no podrán”, declaró.
Confirmó que dos policías que participaron en el operativo para desmantelar el grupo de insurrectos fallecieron, señaló que “una parte del grupo terrorista” cayó abatida y que “hay más de cinco capturados que se encuentran dando su testimonio”.
“Todo es espeluznante, los planes terroristas que tenían para este primer trimestre”, aseguró.
Óscar Pérez se hizo famoso en julio de 2017 cuando, en medio de las protestas antigubernamentales que dejaron más de 100 muertos en Venezuela, lanzó, según el Gobierno, varias granadas desde un helicóptero de la Policía científica contra dos edificios gubernamentales en Caracas y llamó a sacar a Maduro del poder.
Este “ataque terrorista” no dejó ningún herido ni daños materiales significativos. Desde entonces Pérez se encontraba huyendo de las autoridades y el Gobierno venezolano tenía emitida un alerta nacional e internacional para su captura.
Los hechos de ayer comenzaron a primeras horas de la mañana cuando el mismo Pérez utilizó sus redes sociales para dar a conocer que el grupo del que forma parte se encontraba cercado en el barrio El Junquito, en el noroeste de Caracas, por diversos cuerpos de seguridad del Estado.
El ministerio de Interior informó de la desarticulación de este grupo, cuyos integrantes “hicieron resistencia armada, fueron abatidos y cinco criminales fueron capturados y detenidos”.
Se desconoce si Pérez se encuentra entre los fallecidos o los detenidos.
Las organizaciones no gubernamentales Provea y Observatorio Venezolano de Conflictividad Social manifestaron su rechazo al operativo de seguridad y aseguraron que violó los derechos humanos de los rebeldes.