MADRID. Los dominicanos que supuestamente agredieron a más de una decena de policías españoles en Madrid el 6 de marzo de 2016 acusaron hoy a los agentes de pegar indiscriminadamente a “todos los morenos que pasaban por allí”, incluidas una mujer discapacitada y otra que estaba embarazada.
Así lo dijeron en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid contra cuatro hombres y tres mujeres de nacionalidad dominicana acusados, con diferentes niveles de responsabilidad, de los delitos de desórdenes públicos, atentado y varios de lesiones, por los que se enfrentan a penas de hasta siete años y medio de cárcel.
Todos ellos negaron haber participado en la multitudinaria pelea así como haber agredido a los policías, salvo el principal acusado Delvys Manuel N.A., quien sí admitió que dio un puñetazo a un agente tras ver como golpeaba a su mujer, embarazada de pocas semanas, y a su cuñada, con una discapacidad del 65%.
“Le dieron un puñetazo a mi mujer, que estaba embarazada, cayó al suelo KO y me puse nervioso”, contó Delvys, a quien la Fiscalía apunta como el responsable del comienzo del incidente y le acusa de lesionar al menos a cinco policías.
Los acusados explicaron que todos ellos estaban en un bar con amigos y familiares cuando de repente alguien entró para avisar de una pelea en el exterior y entonces decidieron “salir a mirar”.
Fue entonces cuando algunos de ellos fueron agredidos por agentes uniformados – la pelea se inició entre dominicanos y policías de paisano – y otros detenidos.
Otros acusados han negado que portaran bates de béisbol o que lanzaran botellas de cristal a los policías, contra quienes cargaron por su “actitud violenta, chulesca y agresiva”.
Los policías que han comparecido como testigos han relatado que la situación era una “batalla campal” y que eran “incapaces” de controlar la reyerta porque había unas cincuenta personas agrediendo a los agentes y con actitud “muy hostil”, incluso una vez que ya habían sido detenidos.
Uno de los policías destacó la “agresividad” de la muchedumbre, que pegaba “patadas y puñetazos” a los efectivos policiales.
Han agregado que después de la llegada de los agentes, los que estaban participando en la pelea “llamaban a las casas y bajaba más gente con palos y cajas”, por lo que se produjeron “focos de peleas”
que complicaron a la Policía la tarea de controlar y asegurar la zona.
Ni los acusados ni los testigos que han comparecido hoy han explicado cómo se desató la pelea que, según la fiscal, comenzó una vez que un agente de paisano fue agredido por Delvys tras pedirle que se quitara de su coche, donde estaba bebiendo con otras personas.
El juicio continúa mañana con la declaración de más testigos.