La estadounidense Sloane Stephens, actual campeona del U.S. Open, se coronó el sábado en el torneo de su región natal al derrotar 7-6 (5), 6-1 a Jelena Ostapenko en la final del Abierto de Miami.
Stephens, oriunda del sur de Florida que radica en Fort Lauderdale, ganó la última final de mujeres en Key Biscayne. El torneo se mudará el año próximo al estadio de los Dolphins de Miami, de la NFL.
Stephens, 13ra preclasificada, ganó a base de defensa, extendiendo rachas repetidamente hasta que la letona de 20 cometiera un error. Ostapenko tenía una ventaja de 25-6 en winners pero terminó con 48 errores no forzados, ante los 21 de la estadounidense de 25 años.
Stephens dio la sorpresa al ganar el Abierto de Estados Unidos en septiembre pasado para luego caer en una larga mala racha que tuvo su fin en Key Biscayne. Mejoró su record a 6-0 en finales, y se ubicará entre las mejores diez tenistas del mundo por primera vez la próxima semana, en la novena posición del ranking.
Su compatriota John Isner tratará de obtener el mayor título de su carrera el domingo, cuando se mida al ruso Alexander Zverev en la final de hombres. Isner podría darle a Estados Unidos su primera barrida en Key Biscayne desde 2004, cuando Andy Roddick y Serena Williams se llevaron el trofeo.
Stephens y la sexta preclasificada Ostapenko, campeona del Abierto de Francia del año pasado, sostuvieron un combate casi exclusivamente con tiros de fondo, y la calidad de juego fue irregular. Las finalistas se repartieron rompimientos de cuatro games, y Stephens sufrió un par de quiebres antes de servir por el primer set.