NUEVA YORK. Dicen que lo bueno dura poco, y así le debe de parecer a Jennifer López, que ha regresado ya después de haber disfrutado de unas envidiables vacaciones con su novio, Alex Rodríguez, en Francia.
La estrella extraña París, la ciudad de la luz, una de las capitales más inspiradoras del mundo. Allí, como no podía ser de otra manera, la cantante dio rienda suelta al amor. Por eso nada más aterrizar, víctima de la melancolía y el enamoramiento, Jennifer compartía su amor en las redes.
Una serie de instantáneas compondría la “historia” de Jennifer en Instagram, junto a Alex, para que los casi 67 millones de usuarios que la siguen pudieran comprobar lo feliz que ha sido: la vista prodigiosa del balcón, un guardarropa de princesa, abrazos de cariño y un beso de película.
Llevan solamente unos meses juntos, pero el romance va viento en popa. Y ahora que, ya de vuelta, los dos se han reincorporado al trabajo, al menos saben que, caso de necesitar una escapada romántica, siempre les quedará París.