El expresidente estadounidense Barack Obama arremetió hoy contra el plan desvelado por los republicanos en el Senado para sustituir la reforma sanitaria que él impulsó y firmó en 2010, al considerar que es pura «mezquindad» y que «millones de estadounidenses» podrían perder su cobertura médica.
En un mensaje de casi 1.000 palabras publicado en su cuenta en Facebook, Obama salió en defensa de la ley conocida como Obamacare y criticó el plan recién desvelado por los líderes republicanos del Senado para desmantelar y reemplazar esa reforma.
«El proyecto de ley del Senado, desvelado hoy, no es un proyecto de ley de salud. Es una transferencia masiva de riqueza de las familias pobres y de clase media a la gente más rica de Estados Unidos», sentenció el expresidente (2009-2017).
«Le concede enormes recortes de impuestos a los ricos y a las industrias farmacéuticas y de seguros médicos, que se costean mediante el recorte a los cuidados de salud para todos los demás», añadió.
Obama subrayó que el proyecto de ley «elevaría los costes» de los seguros médicos, «reduciría la cobertura médica, eliminaría protecciones» para ciertos grupos y «arruinaría» el programa de seguros médicos subsidiados para estadounidenses pobres, conocido como Medicaid.
«En términos simples, si hay una oportunidad de que puedas enfermar, envejecer o comenzar una familia, este proyecto de ley te hará daño», opinó Obama.
«Y pequeños retoques durante las próximas dos semanas, con la excusa de hacer que este proyecto sea más fácil de digerir, no podrán cambiar la mezquindad fundamental que define esta legislación», advirtió.
De prosperar la ley, «aquellos que tengan seguros privados tendrán primas más altas», y los créditos fiscales para cubrir esos costes serán «más bajos para las familias trabajadoras», mientras que sus planes «quizá ya no cubran el embarazo, los servicios de salud mental o recetas médicas caras», alertó.
«La discriminación basada en enfermedades preexistentes podría volver a convertirse en la norma. Millones de familias perderán del todo su cobertura», subrayó Obama.
Bajo la reforma sanitaria aprobada en 2010, las compañías de seguros médicos tenían prohibido denegar la cobertura médica a ningún paciente si éste ya tenía una enfermedad al contratar el seguro, algo que antes ocurría a menudo en EE.UU., y que algunos expertos piensan que puede volver a suceder bajo el nuevo proyecto.
«Todavía espero que haya suficientes republicanos en el Congreso que recuerden que el servicio público no se trata de competir ni de lograr victorias políticas, que hay una razón por la que todos decidimos servir, y se trata, esperemos, de mejorar la vida de la gente, no empeorarla», sostuvo el exmandatario.
El proyecto republicano presentado en el Senado elimina la mayoría de los impuestos y mandatos de Obamacare, entre ellos la obligatoriedad de adquirir cobertura médica, aunque mantiene un sistema de subsidios para ayudar a los ciudadanos a comprar un seguro, al estilo de la reforma de 2010, pero menos generoso.
No está claro el destino del proyecto de ley, dado que los republicanos necesitan al menos 50 votos para aprobarlo, y al menos cuatro de los 52 miembros de ese partido en el Senado han expresado ya su oposición al texto, que no se espera que reciba ningún voto demócrata.