WASHINGTON. El acosado secretario de prensa de la Casa Blanca en los primeros seis meses de gobierno del presidente Donald Trump, Sean Spicer, renunció a su cargo el viernes, informaron a The Associated Press dos personas al tanto de la decisión.
Una de las fuentes dijo que al parecer Spicer se va debido a que no está de acuerdo con el nombramiento del nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, el financista neoyorquino Anthony Scaramucci. Las personas enteradas de la decisión solicitaron el anonimato debido a que no estaban autorizados a hablar del tema públicamente.
Además, las conferencias diarias de Spicer con los reporteros se habían convertido en algo casi obligado para ver por televisión hasta hace unas semanas, cuando adoptó un papel más bien discreto, tras bambalinas. La subsecretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders prácticamente se ha hecho cargo de las conferencias diarias, lejos de las cámaras.
Spicer pasó varios años encabezando las comunicaciones en el Comité Nacional Republicano antes de ayudar a Trump en la elección general. Es cercano al secretario general de la Casa Blanca Reince Priebus, quien a su vez fue presidente de dicho comité y a varios colaboradores de bajo rango en el área de comunicaciones de la presidencia.
Priebus dijo a The Associated Press que apoya “100%” a Scaramucci a pesar de que se supo que había rumores de que trataba de evitar que el financista obtuviera varios cargos en la administración.
“Nos conocemos de hace mucho y somos muy buenos amigos”, dijo Priebus de Scaramucci. “Todo bien aquí”.
Se espera que Scaramucci tenga un papel visible como uno de los defensores de Trump en televisión, pero Spicer y otros funcionarios cuestionaron su contratación como director de comunicaciones antes de que el presidente busque reformar el sistema fiscal y otros temas políticos. Uno de los funcionaros dijo que Spicer se opuso a la idea de Trump en futuros asuntos de prensa.
La renuncia de Spicer desató una caótica escena en la sala de prensa de la Casa Blanca porque los periodistas se reunieron cerca de un pasillo buscando más detalles de su salida. La presidencia todavía debe anunciar la hora de la conferencia diaria y quién la encabezará.
La labor de Spicer tuvo un comienzo difícil. En su primer día en el puesto, arremetió contra los periodistas por criticar la asistencia a la inauguración presidencial y abandonó la sala de prensa sin responder preguntas.
El vocero también llegó a tener debates feroces frente a cámara con los reporteros y se volvió parte de la cultura e incluso fue parodiado por Melissa McCarthy en el programa “Saturday Night Live” de NBC. La actriz retrataba a Spicer como una figura hostil que atravesaba la sala de prensa con un podio móvil con el que arrollaba a la prensa.