Estudios demuestran la relación entre calidad de vida y enfermedades tanto físicas como mentales. La presencia de variables psicológicas como niveles elevados de estrés, percepción de bajo control de nuestras vidas, bajo apoyo social, pobre desempeño personal, puede generar insatisfacción y déficit en la regulación emocional, afectando la calidad de vida.
Estos aspectos pueden propiciar conductas de riesgos, estilos y hábitos de vida no saludables, como dietas inadecuadas, consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
Los hábitos de vida saludables no son comunes:
Las enfermedades cardiovasculares, relacionadas directamente con conductas negativas que afectan la salud, son la principal causa de muerte en el mundo.
ï Cada año mueren alrededor de 17 millones de personas en el mundo por enfermedades cardiovasculares.
ï Se estima que cada 4 segundos ocurre un ataque cardíaco y cada cinco segundos un infarto vascular cerebral.
ï 500 millones de personas tienen obesidad a nivel mundial, y cada año mueren 2.8 millones a consecuencia de esta causa, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Hábitos de vida saludables
– La salud depende en gran medida de la alimentación y el estilo de vida, por lo que hay que evitar conductas perjudiciales como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, la falta de ejercicio, el estrés y la comida rápida.
– La salud debe percibirse como una globalidad, como el estado físico y mental que nos acompaña en cada uno de los instantes de nuestro día a día.
– Debemos pensar más allá de la salud.
– Contar con una buena forma física
– Llevar un ritmo de sueño y descanso adecuados
– Tener tiempo de ocio y horarios de trabajo flexibles
– La calidad de vida no solo depende de factores externos, sino de conductas que llevamos a cabo. Se hace necesario pensar en términos de bienestar global: en felicidad.
