SABANA GRANDE DE BOYÁ. Tristeza y consternación es lo que se vive en este municipio, de la provincia Monte Plata, tras el triple homicidio cometido por José Alberto Santana, (a) Niño, de 48 años, quien mató a dos de sus sobrinos y a la esposa de uno de ellos, causó heridas a un hermano y luego se suicidó.
Santana no asimiló el derecho que tenía una hermana suya de vender la vivienda materna, donde él residió junto al padre y madre de ambos, por lo que sin mediar, quitó la vida a sus sobrinos Yoel y Mercedes Angélica Santana, de 22 y 18 años, respectivamente, así como a Marianelis Olivo, esposa de Yoel, terminado posteriormente con su vida.
El homicida se trasladó en una motocicleta al paraje Las Amapolas, a la vivienda de su padre, Juan Tomás Huerta Santana, quien escapó al ver que su hijo trataba de quitarle la vida con la pistola que portaba, y en ese mismo lugar se hizo un disparo a la cabeza, indica un informe dado por la Policía.
Marianelis Olivo, tenía tres meses de embarazo e iba a sorprender a su esposo, con la noticia, pues el mismo no conocía su estado de preñez, según dijo su madre Menchy Minaya, en medio del llanto.
“Él tenía varios días bebiendo y depresivo, a causa del disgusto que le provocaba que su familia vendiese la casa (RD$2 millones ), aunque le regalaron 200 mil pesos por esa venta, él no tenía ningún derecho, aunque siempre fue una persona tranquila, mansa; era un muchacho de mandado”, dijo un allegado a la familia. Explicaron que Santana siempre se mostraba inconforme, pues entendía que su parientes tenían que hacer más esfuerzos por él, “mi familia no me da nada, no me ayuda”, decía.
“Él siempre salía a motoconchar; hablaba poco, pero siempre se quejaba de su familia. A mi entender su familia le dio buen trato al comprarle una casita, no sé por qué se quejaba”, dijo una vecina.
“Esa casa era de mi hermana, incluso ella no tenía que darle dinero a él, a él no le tocaba nada y aun así ella le dio 200 mil pesos para que él comprara una casita”, dijo un hermano del homicida que prefirió el anonimato.
El hermano de ambos narró que tras la muerte de la madre de la familia Santana Fernández, la propietaria decidió vender la casa que sus padres compartían con el matador, porque ella residía en Santo Domingo y no iba a vivir allí.
La hermana del homicida no ha sido identificada, sólo se sabe que reside en Santo Domingo, tampoco se presentó al velatorio de las víctimas.