WASHINGTON. Un par de senadores republicanos arremetieron el martes contra el presidente Donald Trump en una dramática jornada de críticas que exhibió la guerra al interior del partido.
Jeff Flake, de Arizona, declaró que no será “cómplice” de Trump y anunció su sorpresivo retiro, mientras que Bob Corker, de Tennessee, declaró que el presidente “degrada a nuestra nación” con sus constantes mentiras e insultos. Corker también se jubilará al término de su periodo.
La Casa Blanca no se lamentó ante la posible salida de dos senadores republicanos. Steve Bannon, ex asesor estratégico de Trump, dijo que es un “triunfo monumental para el movimiento de Trump”, y el mismo mandatario se jactó ante miembros de su personal de que fue fundamental en la salida de los senadores.
Fue un sorprendente reproche para un presidente en funciones emanado de su propio partido, y se sumó a un coro de críticas cada vez más duras y públicas en contra de Trump. Flake desafió a otros senadores a seguir sus pasos, pero pocos dieron indicios inmediatos de hacerlo.
Por la tarde, con los legisladores escuchando atentamente, Flake se puso de pie en su escaño y pronunció un emotivo discurso en el que detalló lo que consideró acuerdos de su partido con Trump y dijo que ya no participará en ellos.
“No crecimos como país al complacer o exaltar nuestros peores impulsos, poniéndonos en contra unos a otros, glorificando las cosas que nos dividen y llamando verdad a las mentiras y mentiras a la verdad”, declaró.
Horas antes, Corker expresó sus propias críticas hacia Trump en una serie de entrevistas.
“Creo que será recordado por la degradación de nuestra nación y eso es lamentable”, dijo Corker.
Un furioso Trump no permitió que dicha declaración se fuera sin respuesta. A través de Twitter llamó al senador “incompetente” y dijo que “no tiene idea”, además de señalar que el senador “no podría ser electo para trabajar como perrero en Tennessee”.
De manera un tanto exagerada, la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo sobre los inminentes retiros: “Los votantes tanto de Tennessee como de Arizona respaldaron a este presidente, y no creo que los números estén a favor de ninguno de esos senadores en sus estados, y por lo tanto creo que posiblemente fue la decisión correcta”.
Lejos de las cámaras, Trump se acreditó con ayudar a forzar las dos salidas, según un funcionario de la Casa Blanca y un asesor externo, quienes insistieron en el anonimato a fin de discutir conversaciones privadas.
Hasta el martes, Flake había insistido en que no tenía planes de retirarse. Ya recaudaba fondos a un buen paso y había descrito su campaña de reelección como una prueba del conservadurismo en contra del “Trumpismo”. Pero el martes dejó en claro que su conclusión era que, por ahora, el “Trumpismo” había ganado.
“Está claro en este momento que un conservador tradicional que cree en el gobierno limitado y los mercados libres, que es un devoto del libre mercado, y a favor de la inmigración, tiene un camino cada vez más complicado a la nominación en el Partido Republicano”, comentó.
Los planes de retiro de Corker también subrayan la pregunta de cómo se verá el Partido Republicano en los próximos años. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch Mcconnell, ha advertido que algunos de los candidatos que contienden con el respaldo de aliados de Trump no ganarían las elecciones generales. E incluso si llegan al Senado, ciertos conservadores podrían dificultarle aún más el trabajo a McConnell en su intento por obtener legislaciones a través de una pequeña mayoría que, actualmente, es de 52 a 48.
Por ERICA WERNER, Associated Press
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Los periodistas de Associated Press Jonathan Lemire, Alan Fram y Richard Lardner contribuyeron a este despacho.