BAGDAD. Un total de 3.298 civiles murieron y otros 4.781 resultaron heridos en Irak en 2017, sin contar los datos de la provincia de Al Anbar (oeste), la última en ser liberada del grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó ayer la ONU.
En diciembre murieron 69 civiles y otros 142 resultaron heridos, lo que hace de este mes el menos sangriento desde el comienzo de las estadísticas de la ONU, en noviembre de 2012.
La ONU advirtió en un comunicado de que esta estadística debe considerarse como un “mínimo absoluto”, puesto que no ha podido verificar la cifra de muertes en ciertas zonas, entre ellas las que estaban controladas por los yihadistas.
El pasado 9 de diciembre el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, anunció que el ejército se había hecho con el control de la frontera con Siria, el último reducto del EI en el país.
El grupo yihadista irrumpió en 2014 y conquistó amplias partes del norte, oeste y centro de Irak, extendiendo sus dominios hasta cerca de Bagdad.
A lo largo de 2017 las fuerzas iraquíes, con apoyo de la coalición internacional, han arrebatado a los terroristas los últimos territorios que controlaban, entre ellos la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, con cerca de dos millones de habitantes.