CARACAS. El expolicía rebelde Oscar Pérez, quien murió a inicios de semana en una operación de las fuerzas de seguridad, fue enterrado este domingo en un cementerio del este de la capital que estuvo rodeado por decenas de guardias nacionales que bloquearon los accesos al lugar.
“Ya (el) cuerpo de Oscar Pérez fue enterrado en el Cementerio del Este”, dijo en su cuenta de Twitter el director de la organización humanitaria local Foro Penal, Alfredo Romero, quien precisó que las fuerzas de seguridad cerraron los accesos y solo se permitió el paso de la tía del expolicía, Aura Pérez y de una prima.
“(¡)Venezuela! Oración por Oscar Pérez! Acompáñenlo en Oración como él habría querido. Eso no nos lo pueden quitar”, dijo en su cuenta de la red social Danahis Vivas, viuda del expolicía, al expresar que a su esposo le hicieron un “entierro controlado sin permitir velarlo y mucho menos permitir trasladarlo con su familia”.
La inhumación de Pérez se da un día después del entierro de seis de los integrantes y acompañantes del grupo rebelde, que se dio en medio de protestas de familiares y manifestantes, quienes rechazaron que las autoridades realizaran unas exequias controladas.
Los entierros coincidieron con la divulgación de las actas de defunción de los siete miembros del grupo, en las que se señala que Pérez y otros cinco miembros de su organización fallecieron por disparos en la cabeza.
Según la autopsia de Pérez, difundida por medios locales, la causa de la defunción fue un “traumatismo craneoencefálico severo (…) herida por arma de fuego disparado a la cabeza”.
Tras la difusión de las autopsias, la presidenta de la comisión parlamentaria que investiga el caso, la diputada opositora Delsa Solorzano, dijo que “hay un patrón que anuncia la posibilidad de un ajusticiamiento”.
Hasta el momento, las autoridades no han comentado sobre las autopsias ni por qué se decidieron los entierros controlados.
El expolicía rebelde, de 36 años, murió el 15 de enero junto a otras seis personas en una operación especial de las fuerzas de seguridad en la barriada pobre de El Junquito, al oeste de la capital, en donde Pérez estaba escondido.
Pérez se dio a conocer a mediados del año pasado tras atacar las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y el Tribunal Supremo de Justicia desde un helicóptero, que robó a la policía judicial.
Seis meses después, el expolicía —quien envió varios mensajes a través de las redes sociales para llamar a un levantamiento contra el gobierno— y algunos miembros de su grupo asaltaron a un comando de la Guardia Nacional a las afueras de la capital, y robaron unos 26 fusiles. Después de eso, el presidente Nicolás Maduro ordenó a las fuerzas de seguridad intensificar la búsqueda y captura del grupo de Pérez, que se concretó a inicios de semana.