SAMANÁ. El tribunal colegiado de esta demarcación condenó a 20 años de prisión a un hombre que fue acusado por el Ministerio Público del asesinato de otros dos tras propinarles varios disparos con un arma de fuego ilegal, durante un hecho ocurrido en el mercado público de esta ciudad, el 30 de mayo del 2015.
El Tribunal Colegiado de Samaná, presidido por el juez Edward Alberto Soto, dictó la sentencia condenatoria en contra de Eduardo Kelly Azor, alias Eduardito, tras ser hallado culpable del asesinato de los señores Feliz Antonio Roustand Deogracia y su hijo Joselito Deogracia Coplin.
Eduardo Kelly Azor, quien deberá cumplir la pena impuesta en la cárcel pública de esta demarcación, fue acusado de violar los artículos 295, 296, 297, 298 y 302 del Código Penal Dominicano y 39 y 40 de la antigua Ley 36 sobre Comercio, Porte y Tenencia de Armas, que sancionan el homicidio con premeditación y acechanza, y el porte ilegal de armas de fuego.
La Procuraduría Fiscal de Samaná, que dirige Eduard Manuel López, estuvo representada durante la audiencia por los fiscales María de la Cruz y Altemar Santana Palomino, quienes presentaron diferentes pruebas documentales, testimoniales, materiales y periciales con las cuales demostraron la comisión de estos asesinatos que causaron gran conmoción entre los residentes de esta localidad.
De acuerdo al expediente acusatorio instrumentado por la Procuraduría Fiscal de Samaná, el hecho se produjo luego que Eduardo Kelly Azor sostuviera una discusión con Feliz Antonio Roustand Deogracia, quien le reclamaba que había dejado un motor mal parqueado en las proximidades del mercado.
Indica que luego ambos se marcharon del lugar y que minutos después mientras Feliz Antonio Roustand Deogracia conversaba con su hijo Joselito Deogracia Coplin próximo a la zona, el condenado Eduardo Kelly le propinó varios disparos al primero y uno al segundo, los cuales le produjeron la muerte.
La acusación indica que el hoy condenado fue puesto bajo arresto en flagrante delito cuando aún tenía en sus manos la pistola calibre 9MM con la cual le había propinado los disparos mortales a las víctimas.